Vive el presente
Si vives en el pasado puedes caer en la nostalgia y derivar en depresión. Si vives en el futuro, estarás siempre ansioso y deseoso de que llegue y caerás en la ansiedad.
Saborea el momento presente, el aquí y ahora sin dejar de lado tus sueños y proyectos. En los pequeños detalles está la esencia de la vida.
Ríe y sonríe
La risa afecta de forma positiva a nuestro organismo. Hace que nos sintamos mejor, en todos los aspectos. Una de las mejores formas de tratar de mantener la capacidad de “vivir bien” es mantener el buen humor. También es generadora de mejoras en lo mental y en lo emocional. Un rato de risa puede
hacer que todo aquello que nos parecía tan malo hace tan sólo un par de minutos ya no sea tan grave o, al menos, nos despeja la cabeza para ser capaces de enfrentarlo de mejor manera.
Relájate, descansa y respira conscientemente
Está comprobado que relajarse y meditar reduce los pensamientos negativos, favorecen el control de las emociones y purifican el cuerpo. Si respiras conscientemente consigues relajarte y ver las cosas desde otro punto de vista. Acostúmbrate a dormir bien y las horas necesarias. Mejorarás tu estado de ánimo durante el día.
Haz lo que piensas
Si no quieres que te invada una sensación de fracaso existencial, no pienses, digas y hagas cosas diferentes, no sabrás encontrar estabilidad y felicidad. Sé coherente contigo mismo.
Evita las comparaciones
Para ser positivo, nada mejor que ser uno mismo. Las comparaciones son perjudiciales para tu salud mental y tu autoestima. Si te comparas puedes encontrarte de cara con la envidia y la frustración, lo que puede generar pensamientos
negativos. Recuerda, cada persona es única y valiosa. Si hay algo que no te gusta de ti, ¡cámbiala!
Evita el exceso de perfeccionismo
La obsesión por conseguir que todo sea perfecto te puede conducir a la desilusión y la tristeza. Busca el equilibrio y deja de lado la perfección, serás más feliz.
Mira el lado bueno de las cosas
Aprende que hasta de los malos momentos siempre podemos encontrar algo bueno. La aceptación es la clave. Si tienes autocontrol y una visión positiva de la vida, seguro que atraes más de lo mismo. En lo que te enfocas es lo que atraes. Elige focalizarte en lo bueno.
Mueve tu cuerpo
Practica un deporte, haz alguna actividad física, baila, camina, pasea, nada… lo que más te guste. Así elevas tus endorfinas, las hormonas de la felicidad, aumentando el optimismo y desechando los pensamientos negativos.
Cuida de tu imagen
El cuidado personal te hará sentir bien y te ayudará a romper el círculo cerrado del pesimismo. Intenta cambiar de imagen regularmente y arreglarte cada vez que sales de tu casa. Sal y relaciónate con gente a menudo, esto te obligará a modificar tu imagen.
Presta atención a los demás
Recuerda que ayudar al prójimo puede ayudarte a sentirte mejor y más positivo. Esta vida consiste en dar y recibir. Los problemas de los otros pueden hacerte tomar conciencia de que no todo lo que te pasa es tan malo.
Si quieres ser feliz, ¡TU PUEDES CONSEGUIRLO!
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